Energía inteligente para pymes de alojamiento: así funciona la inmótica

Ahora que la sostenibilidad y la eficiencia energética son imperativas, las empresas, incluidos los establecimientos de alojamiento, buscan constantemente formas innovadoras de optimizar su consumo de energía.

Para las pequeñas y medianas empresas, así como para los autónomos que gestionan, por ejemplo, hoteles u hostales, la eficiencia energética no solo trata de reducir costes, también de no malgastar recursos naturales. En este contexto, surge la inmótica, una solución inteligente para el control y la gestión eficiente de la energía en espacios amplios como los edificios.

¿Quieres saber más? A continuación, te lo contamos.

¿Qué es la inmótica?

La inmótica, también conocida como automatización de edificios, es el conjunto de tecnologías y sistemas que permiten la gestión integral de un inmueble o establecimiento, optimizando el uso de los recursos y mejorando la comodidad y seguridad de las personas que los habitan. En pocas palabras, la inmótica utiliza sensores, dispositivos y software para controlar y monitorizar diversos elementos como la iluminación, climatización, seguridad y gestión de energía, de manera centralizada y automatizada.

Consejos para un establecimiento de alojamiento

Ahora que ya sabes qué es la inmótica, es momento de explorar cómo puede beneficiar a un establecimiento que se dedica al alojamiento de personas y qué consejos pueden seguir los propietarios y administradores para implementarla de manera efectiva:

La inmótica es el conjunto de tecnologías y sistemas que permiten la gestión integral de un inmueble o establecimiento.

  1. Análisis de consumo energético: antes de implementar cualquier solución de inmótica, es fundamental realizar un análisis detallado del consumo energético del establecimiento. Esto ayuda a identificar áreas de mejora y establecer objetivos claros de eficiencia energética.
  2. Sistemas integrados: la clave de la inmótica radica en la integración de diferentes sistemas para optimizar su funcionamiento. Un hotel u hostal, por ejemplo, puede beneficiarse enormemente al integrar sistemas de iluminación, climatización y gestión energética, permitiendo un control centralizado y mayor eficiencia.
  3. Sensores de ocupación: instalar sensores de ocupación en habitaciones, pasillos y áreas comunes permite ajustar automáticamente la iluminación y la climatización en función de la presencia mayor o menor de personas. Esto no solo reduce el consumo energético, sino que también mejora la experiencia del huésped al proporcionar un entorno más cómodo y personalizado.
  4. Gestión inteligente de la climatización: la inmótica permite programar la climatización de manera inteligente, adaptándola a los patrones de ocupación y a las condiciones climáticas exteriores. Además, la monitorización continua de los sistemas HVAC (calefacción, ventilación y aire acondicionado) permite detectar y corregir rápidamente posibles fallos o desviaciones en el rendimiento, garantizando un funcionamiento óptimo y reduciendo los costes de mantenimiento.
  5. Optimización de la iluminación: La iluminación representa una parte significativa del consumo energético de un edficio. Mediante la instalación de sistemas de iluminación LED de bajo consumo y la implementación de controles automatizados, como sensores de luz natural y programación horaria, es posible reducir considerablemente el gasto energético sin comprometer la calidad lumínica.
  6. Monitorización y análisis de datos: la inmótica no solo se trata de controlar sistemas, sino también de recopilar datos para realizar un seguimiento del rendimiento y tomar decisiones informadas. Los sistemas de gestión energética proporcionan informes detallados sobre el consumo y los patrones de uso, permitiendo identificar áreas de mejora y optimización continua.

Por todo ello, la inmótica ofrece a los hoteles y establecimientos de alojamiento la oportunidad de mejorar su eficiencia energética, reducir costes operativos, ofrecer una experiencia más confortable y respetar los recursos naturales.

Al invertir en soluciones inteligentes y sostenibles, los profesionales de este ámbito pueden no solo contribuir al cuidado del ecosistema, sino también mejorar la rentabilidad y competitividad de su negocio.

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