Cotec Europa reclama que la revolución digital implique el progreso social

Nápoles (Italia), 7 may (EFE).- La XIII edición de Cotec Europa, celebrada este martes en Nápoles (Italia), hizo una firme apuesta por la implicación de las administraciones públicas en la revolución digital, pero teniendo muy presente que no puede provocar nuevas diferencias entre los ciudadanos y sí favorecer el progreso social.

Esa es la idea en la que coincidieron en la clausura de este foro el rey de España, Felipe VI, y los presidentes de Italia, Sergio Mattarella, y de Portugal, Marcelo Rebelo de Sousa, a quienes acompañó el rey Juan Carlos, promotor en 2005 de esta iniciativa que desde entonces reúne a los tres países del sur de Europa.

Cada uno de ellos organiza alternativamente una nueva edición de Cotec Europa con el objetivo de reflexionar y dialogar sobre problemas y necesidades comunes a las empresas y economías de los tres países en el contexto europeo.

La celebrada en esta ocasión en Nápoles se convocó bajo el título «PA 4.0 Repensando la Administración Pública para un Mundo Digital», lo que sirvió para que, a lo largo de las diversas intervenciones de representantes de las empresas participantes y en las palabras de clausura de los tres jefes de Estado, se resaltara la tarea esencial que las instituciones públicas desempeñan en el desarrollo de la digitalización.

Felipe VI defendió la apuesta por la innovación tecnológica, pero teniendo siempre presente tanto por parte de las administraciones públicas como por el sector privado que se debe afrontar como un factor de progreso de las sociedades.

Reivindicó el papel de las instituciones y administraciones no solo como promotores de innovación, sino como sujetos innovadores en sí mismos.

Felipe VI utilizó el italiano para señalar que, 500 años después de la muerte de Leonardo da Vinci, es hora de afirmar que, como el artista hizo en su día, en la actualidad hay que saber conjugar innovación y sociedad en todas las áreas.

El rey destacó la profunda convicción europeísta de los ciudadanos de España, Portugal e Italia, que dijo que tienen un sentimiento de «unidad en la diversidad» y son conscientes de «formar parte de un todo más grande que el que abarcan sus fronteras».

Sergio Mattarella, que alertó del riesgo de caer en una nueva marginación social, la digital, resaltó que la dificultad de acceso a este mundo no debe crear «una nueva categoría de perdedores».

Asimismo, advirtió de que las administraciones públicas deben ser muy conscientes de que su transformación digital hace su misión más relevante y eficaz.

De la misma forma mostró su convencimiento de que se trata de una oportunidad muy valiosa para estimular la cercanía de las instituciones a los ciudadanos.

«Hay que reproyectar la administración pública en un mundo digital al servicio realmente del ciudadano», añadió.

Por su parte, Rebelo de Sousa consideró que, pese a los notorios avances, la administración pública debe ir aún mucho más allá en su digitalización y cambiar su forma de acercarse a la sociedad.

«El centro de la política son las personas (…) y la digitalización debe servir a ellas», añadió antes de alertar igualmente de las desigualdades que puede crear la revolución tecnológica y animar a combatirlas.

La cercanía de las elecciones europeas le llevó a destacar la trascendencia de la unión en la diversidad que supone la UE y a reclamar una Europa «más fuerte, más ambiciosa, más avanzada, más progresiva, más social y más cercana a las personas».

Entre los representantes de las empresas que intervinieron en el foro, la directora global de Estrategia de Asuntos Públicos de la empresa española Telefónica, Trinidad Jiménez, resaltó que «la economía va a ser digital o no va a ser».

«Todas las empresas y administraciones públicas tienen que prepararse para la digitalización», agregó.

La sesión de clausura del foro en el teatro San Carlo comenzó con una anécdota en la interpretación del himno de España.

Tras la llegada de Felipe VI, Mattarella, Rebelo de Sousa y el rey Juan Carlos y una vez situados en el palco de honor, la Sanitansamble Orchestra de Nápoles y el coro de voces blancas del teatro interpretaron el himno de Europa para, a continuación, hacer lo mismo con el de cada uno de los tres países.

El primero de ellos fue el de España, que carece de letra oficial pero, tras los primeros compases musicales, el coro de niños cantó la que escribió José María Pemán antes de la Guerra Civil.

De inmediato, según informaron a Efe fuentes de la Casa Real española, el presidente italiano pidió disculpas a Felipe VI y a don Juan Carlos y les explicó que se trató de un error de la organización del evento.

Al término del acto, los tres jefes de Estado, junto al rey Juan Carlos y representantes de las empresas que participaron en esta edición de Cotec Europa, compartieron un almuerzo en el Palacio Real de Nápoles.

Artículo publicado en ecodiario.eleconomista.es

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