La construcción de Ciudad BBVA forma parte de la estrategia global de la compañía para luchar contra el cambio climático e impulsar el desarrollo sostenible. Esta estrategia, a la que han llamado Compromiso 2025 y de la que hablaremos más adelante, pretende reducir en un 68% las emisiones de CO2 en 2025 respecto a 2015 y conseguir que el 70% de la energía contratada proceda de fuentes renovables.
Una de las medidas para alcanzar estas metas es trasladar sus sedes en todo el mundo a edificios sostenibles. De hecho, la compañía ya cuenta con 23 edificios reconocidos con los sellos LEED Oro y Platino. Una de esas sedes sostenibles es Ciudad BBVA, en Madrid, todo un ejemplo de alta eficiencia energética.
Un referente en eficiencia energética
Desde el principio, Ciudad BBVA fue diseñada siguiendo criterios de construcción sostenible, obteniendo sellos que lo acreditan como el LEED Oro. A pesar de la alta eficiencia energética de estas instalaciones, BBVA se propuso reducir aún más el consumo energético de la sede madrileña.
Hoy el ahorro de energía en la Ciudad BBVA es de 5.766.731 kWh al año, el equivalente al consumo de 1.900 hogares. Esto significa que el complejo gasta entre un 12% y un 15% menos que cuando se inauguró en 2015 y con ello se evita la emisión de 1.430 toneladas de CO2 anuales.
Un logro que no solo se debe al equipamiento y al diseño sostenible de las instalaciones, sino también al uso de herramientas basadas en inteligencia artificial para gestionar la energía de la forma más eficaz posible.
Software de analítica energética e instalaciones basado en inteligencia artificial
Como ya se ha indicado, para la construcción de la actual sede de BBVA en Madrid, se siguieron criterios que permitieran lograr la máxima eficiencia energética y el menor impacto ambiental.
Además de contar con medidas pasivas de ahorro energético como materiales reciclados y sostenibles, la incorporación de amplias zonas verdes o el aprovechamiento de la luz natural, también se incluyeron medidas activas como instalaciones de climatización e iluminación eficientes. Junto a estas dotaciones, en Ciudad BBVA se colocaron 50.000 sensores que recogen datos acerca del estado de las instalaciones, de las condiciones ambientales o de la presencia de personas.
Una vez que el complejo ya estaba funcionamiento, el equipo de Facility Management de BBVA observó que la información recogida por los sensores no sólo podía ayudar en la adecuada gestión de las instalaciones, sino que también podía mejorar aún más la eficiencia energética y reducir el gasto.
Con este propósito, nació y se desarrolló un software de analítica energética e instalaciones basado en tecnologías de inteligencia artificial (IA).
Esta herramienta se conecta al sistema de control del edificio y, a través de algoritmos matemáticos programados de tratamiento de datos, el equipo de Facility Management puede detectar y diagnosticar incidencias en las instalaciones. De esta forma aumenta la capacidad de tomar las decisiones adecuadas y adelantarse a posibles fallos, faltas de confort o corregir ineficiencias, con el consecuente ahorro energético y económico que ello supone.
Como consecuencia, en 2018 se alcanzó un ahorro de electriciad de 400.000 kWh, resultado que animó a BBVA a poner en marcha nuevas iniciativas para optimizar el control de los sistemas de iluminación y climatización a partir de los datos recogidos por los 50.000 sensores.
Control inteligente de la iluminación y la climatización
Desde su diseño, BBVA confió en la tecnología LED para iluminar su nueva sede en Madrid. De hecho, Ciudad BBVA es conocido por ser el edificio más grande de Europa iluminado con LED, lo que supone un ahorro del 30%.
Una de las iniciativas para incrementar la eficiencia energética del complejo consistió en ajustar la programación de la iluminación para aprovechar mejor la luz natural. De esta manera, cuando entra suficiente luz exterior a los puestos de trabajos, las luminarias cercanas a la fachada se adaptan y disminuyen su flujo lumínico. Con estas medidas, Ciudad BBVA dejará de emitir 31 toneladas de CO2 al año, el equivalente al consumo de 41 hogares, 125.138 Kwh.
Además, en las zonas comunes se ha establecido que fuera del horario habitual, la luz disminuya cuando no se detecte movimiento, reduciendo las emisiones de CO2 en otras 24 toneladas.
El ahorro adicional que se consigue gracias a los sistemas de detección de presencia y de regulación del aporte de luz natural es del 60%.
Otra de las acciones puestas en marcha están relacionadas con la calidad del aire interior y el confort térmico. Los sensores miden la temperatura de las diferentes zonas de Ciudad BBVA y determinan cuál es la hora más adecuada para que las unidades de tratamiento de aire se pongan en marcha.
Tras la aplicación de las herramientas de inteligencia artificial, se ha logrado que el procedimiento de arranque de las instalaciones generales de climatización funcione a demanda, es decir, teniendo en cuenta la ocupación de cada zona. El nuevo sistema se ha mejorado y programado teniendo en cuenta la demanda existente en cada momento, adaptando su funcionamiento a las zonas ocupadas y aprovechando la inercia del edificio durante el mayor tiempo posible.
La monitorización zonal ha dado pie a instalar sensores de medición de CO2 para mejorar la calidad de aire interior. En función de los valores proporcionados, las UTAs permitirán una mayor o menor entrada del aire exterior o su recirculación.
Apuesta por los recursos naturales
Cuando Ciudad BBVA se inauguró en 2015, fue dotada con una instalación de autoconsumo fotovoltaico de 1.500 metros cuadrados de superficie y un sistema geotérmico compuesto por 20 pozos de 100 metros de profundidad para aprovechar la temperatura estable del subsuelo.
La instalación fotovoltaica, compuesta inicialmente por 520 paneles solares con una producción de 205.000 kWh al año, permite a Ciudad BBVA reducir en 106 las toneladas de CO2 emitidas a la atmósfera. En su estrategia por incrementar la eficiencia energética de la sede madrileña, la entidad bancaria decidió duplicar la capacidad del sistema de autoconsumo.
A finales de 2019 se puso en marcha la segunda fase de la instalación solar, compuesta por 523 módulos que aumentan la capacidad de generación de energía hasta los 440.000 kWh/año.
Este incremento de energía renovable permite reducir el consumo de electricidad de red y evita la emisión de otras 109 toneladas de CO2, el equivalente a lo que serían capaces de asimilar 55 árboles en un año.
Con la nueva instalación, la producción de energía fotovoltaica en la sede aumenta hasta 441 MWh/año, el equivalente al consumo eléctrico anual de 126 hogares españoles.
Un 10% de ahorro energético en España en 2018
En total, son 102 medidas implementadas en Ciudad BBVA para lograr una reducción del consumo energético de entre un 12% y un 15% desde 2015. En lo que respecta al consumo global de BBVA en toda España, desde 2015 la entidad bancaria gasta en energía un 10% menos que en 2015. Además, toda la energía que consume ya es de origen renovable.
El pasado 21 de octubre de 2019, coincidiendo con el Día Mundial del Ahorro de Energía, el Grupo BBVA dio a conocer sus datos de ahorro de energía por persona correspondientes a 2018. A nivel global, la compañía ha logrado reducir en un 7% el gasto energético. Además, a diciembre de 2018, la reducción de emisiones de CO2 era del 27% respecto a 2015.
Sólo en España, el ahorro energético en 2018 ha supuesto una reducción de 6,2 GWh (un 6,2% del consumo de energía en ese año), equivalente a dejar de emitir 1.675 toneladas de CO2. Gracias a la inversión de la entidad en modelos de arquitectura sostenible, desde 2015 se han ahorrado más de 41 GWh al implantar en sus edificios y sucursales más de 800 medidas de ahorro energético con las que se han optimizado sistemas como el de iluminación o el de climatización. En estos cuatro años, el grupo ha evitado la emisión de 12.000 toneladas de CO2.
Compromiso 2025
Con acciones como las llevadas a cabo en España, la compañía está más cerca de conseguir los objetivos de su Compromiso 2025: que el 70% de la energía contratada a nivel mundial en 2025 sea renovable, hasta alcanzar el 100% en 2030. Asimimo, se ha comprometido a reducir las emisiones de CO2 en un 68% al finalizar 2025, respecto a 2015.
El Compromiso 2025 de BBVA tiene previsto movilizar 100.000 millones de euros entre 2018 y 2025 en financiación sostenible, incluyendo proyectos de energías renovables, eficiencia energética o emisión de bonos verdes. A fecha de junio de 2019, la entidad había alcanzado los 22.000 millones de euros.
Una de las últimas acciones de esta estrategia ha sido anunciada hace tan sólo unos días. El 28 de enero de 2020, con motivo del Día Mundial por la Reducción de Emisiones de CO2, Grupo BBVA ha hecho público su compromiso de ser neutra en carbono en 2020, asignando desde el 1 de enero un precio interno a sus emisiones.
Para alcanzar la neutralidad en carbono, la compañía financiera seguirá un doble modelo, el de reducción directa de emisiones y el de compensación de carbono. Dentro del primer modelo se encuentran las medidas de eficiencia energética en sus edificios o el consumo de energía renovable, además de otras como facilitar el transporte colectivo y compartido de sus empleados o incentivar el uso de videoconferencias para evitar desplazamientos.
Entre las actuaciones del modelo de compensación de carbono, el Grupo se compromete a aportar una cantidad económica proporcional a las toneladas de CO2 generadas -comprando compensaciones de carbono o créditos de carbono- y, al mismo tiempo, invertir en proyectos que reduzcan o absorban el CO2.
Artículo publicado en eseficiencia.es