Las nuevas tecnologías cambian de forma acelerada y, a pesar de que aún se está desarrollando la Web 2.0, ya estamos viendo cómo está emergiendo la Web 3.0. Se trata de la tercera generación de internet, donde los sitios y las aplicaciones podrán procesar la información de manera más inteligente. Los datos se interconectarán de manera descentralizada y cuenta con dos pilares, que son la web semántica y la Inteligencia Artificial (IA).
La Web 1.0, conocida como Static Web, se desarrolló en la década de los 90 y ofrecía acceso a información limitada con poca o ninguna interacción con el usuario. La Web 2.0 hizo de Internet un sitio mucho más interactivo gracias a las tecnologías como Javascript, HTML5 o CSS3. La Web 3.0 es capaz de procesar la información con inteligencia casi humana a través de sistemas de IA y está destinada a interactuar con sistemas, personas y dispositivos domésticos.
Siri de Apple o Alexa son algunos ejemplos de la Web 3.0, ya que combinan IA con reconocimiento de voz. Sin embargo, esta tecnología aún se encuentra en proceso de desarrollo y aún le queda mucho recorrido. Parece que la Web 3.0 se centrará en los datos. Asimismo, es necesario diseñar una tecnología y arquitectura de almacenamiento capaz de procesos datos infinitos.
Entre los beneficios de la Web 3.0 está la fiabilidad. Garantizará que los usuarios tengan siempre el control sobre sus datos mediante redes descentralizadas. Además, permitirá personalizar aún más nuestra experiencia de navegación, de manera que se tendrán en cuenta nuestras preferencias y, por lo tanto, se navegará de manera más productiva. Esto hará que los vendedores entiendan mejor nuestras necesidad y se nos mostrarán aquellos productos y servicios que nos interesa comprar a través de IA.
La web 3.0 promete ser importante en el mundo empresarial, ya que supondrá un cambio importante en el funcionamiento de Internet centrándose en la privacidad del usuario. A diferencia de la Web 2.0, la Web 3.0 utiliza la tecnología blockchain y esto hará que técnicamente sea más seguro almacenar datos de clientes en una cadena de bloques, protegiéndolos de los ciberataques.
La Web 3.0 cuenta con cuatro principales características: la omnipresencia, la semántica web, IA y gráficos 3D. La web 3.0 parece que será más omnipresente que la Web 2.0 debido a la IoT (Internet de las cosas), que se prevé que traerá consigo nuevos dispositivos inteligentes. Además, la aplicación de la semántica en la Web podrá permitir a las máquinas decodificar el significado y las emociones analizando los datos. La IA será uno de los pilares en los que se basará la Web 3.0, y esto proporcionará a los usuarios una mejor experiencia de usuario. Por otro lado, a la tercera generación de internet también le llaman la Web Espacial, ya que tiene como fin difuminar la línea entre lo físico y lo digital. La Web 3.0 traerá consigo gráficos 3D inmersivos en el sector de los videojuegos, así como en el inmobiliario, comercio electrónico y la salud.