La Inteligencia Artificial (IA) es un concepto que se refiere a la capacidad de las máquinas para pensar de manera similar a los seres humanos. Asimismo, esta capacidad permite a las máquinas comprender el comportamiento humano, de manera que pueden analizar, aprender y tomar decisiones sin intervención humana y de manera autónoma. Pero, para ello, necesitan recibir y analizar grandes cantidades de datos, ya que de esta forma pueden ampliar sus conocimientos y sus acciones son más inteligentes.
Las empresas están colocando la tecnología en el centro de sus estrategias, promoviendo la digitalización y la automatización de procesos. En este sentido, la IA supone un nuevo paradigma en sector empresarial. La capacidad de las máquinas de analizar, gestionar y aprender de grandes volúmenes de datos está generando una nueva fase en las empresas. Además, la IA también se ha convertido en una tecnología clave para crear productos y servicios más inteligentes. Sin duda, la IA es mucho más que tecnología, ya que reúne algoritmos códigos y datos para poder realizar diferentes funciones: ¿Cuáles son las aplicaciones prácticas de la IA en las empresas?
Automatización del servicio a través de chatbots. Se trata de aplicaciones software que simulan tener una conversación con una persona, ya que ofrecen respuestas automáticas. Muchas empresas están invirtiendo en este tipo de aplicaciones para mejorar el servicio al cliente.
Reconocimiento de voz. A través de la IA las máquinas entienden qué dicen las personas para responderles y así, realizar las tareas que deseen. Esta tecnología no solo entiende lo que decimos, sino también cómo lo decimos, por lo que también es capaz de detectar los matices emocionales de las palabras que pronunciamos.
Reconocimiento de imágenes. La IA no solo reconoce fotos de personas, sino que es capaz de reconocer quién eres tú y quiénes son los miembros de tu familia. De esta manera, podemos afirmar que las máquinas pueden tomar decisiones según lo que ven. Siguiendo con el ejemplo de las fotos, son capaces de agruparlas según unos criterios, para que podamos encontrarlas con una sencilla búsqueda.
Segmentación de la audiencia. Todas las empresas tratan de orientar sus estrategias teniendo como eje el comportamiento de los usuarios.. Así, pueden llegar a ellos con diferentes servicios o productos según sus perfiles. Por ejemplo, Netflix ya utiliza la IA para reconocer el comportamiento de sus clientes y ofrecerles los diferentes servicios según sus gustos. Asimismo, la IA permite a las empresas llegar a una segmentación mucho más precisa y personalizada a través de los algoritmos que van aprendiendo el comportamiento de los usuarios.
Campañas digitales. Las principales plataformas publicitarias están trabajando con el aprendizaje automático con el objetivo de ofrecer a los usuarios ofertas inteligentes adecuadas para su perfil. Por ejemplo, en el caso de Google, este analiza el comportamiento de los usuarios, así como los dispositivos utilizados y el contexto de búsqueda para proporcionarles anuncios muy perfilados.
Según un estudio realizado por Morning Consult para IBM, en España, el 31% de las empresas ya han incorporado la IA y parece que el porcentaje de empresas vaya aumentando a medida que esta tecnología vaya madurando. El estudio también apunta que la decisión de implementar la IA ha sido como consecuencia de los retos que han tenido que superar las empresas durante la crisis sanitaria.