La transformación digital en la industria la podemos definir como el conjunto de soluciones basadas en la innovación a través de la aplicación de capacidades digitales en todos los aspectos de la empresa, que busca crear valor a través del ciclo de vida del cliente. Esta transformación no solo se limita a las tecnologías, sino que tiene que estar presente en la cultura empresarial y en la forma de gestionar las diferentes áreas.
La transformación digital en el ámbito de la industria tiene que estar basada en tres pilares fundamentales, como son la automatización del canal de ventas, la mejora de los procesos y operaciones, así como la optimización de la producción. Por otro lado, hay que tener en cuenta que el cliente siempre tiene que ser el eje de cualquier estrategia. En este sentido, la personalización juega un papel muy importante, ya que el cliente busca productos y servicios que se adaptan a sus necesidades específicas. Asimismo, la transformación digital trae consigo la implantación de nuevas tecnologías como la Inteligencia Artificial, Big Data o Machine Learning, que permiten la personalización de los productos.
Beneficios de la transformación digital industrial
Descentraliza la producción: En el sector industrial la digitalización dota a las empresas de sistemas de monitorización remotas y esto permite que la producción funcione sola y sin parones. Además, perfecciona la capacidad de reacción. Es decir, en el caso de que hubiese algún problema en la planta de producción, se alertará del fallo y se gestionará el problema rápidamente.
Fomenta una ventaja competitiva: Las nuevas tecnologías mejoran el resultado y la calidad de los productos y esto genera una ventaja en el mercado frente a sus competidores.
Nuevas oportunidades de negocio: Los sistemas digitales garantizan la producción de nuevos productos o servicios y, como consecuencia de ello, también se crean nuevas fuentes de ingresos. Por ejemplo, en el caso de las nuevas tecnologías como el Big Data y la Inteligencia Artificial permiten a las empresas adelantarse a las nuevas tendencia y prever cuáles serán las novedades en cuanto a los clientes.
Reduce los costes: La tecnología hace que se minimicen muchísimo los costes. Por ejemplo, a través de soluciones digitales se puede calcular y hacer una estimación de los gastos mucho más precisa. Además, elimina las tareas innecesarias y, por lo tanto, crea empresas mucho más eficientes.
Aumenta la eficiencia y la productividad: La digitalización busca la conectividad de productos inteligentes, con capacidad de comunicarse de máquina a máquina. Esto permite tomar decisiones descentralizadas en muchas tareas. Además, también se eliminan las tareas repetitivas y aquellas que puedan ser peligrosas para el operario. Asimismo, la digitalización, además de optimizar la productividad, también ayuda a mejorar la eficiencia, ya que permite tomar decisiones más rápidas y efectivas.
La digitalización, clave en el futuro de la Industria
El nivel de competitividad de las empresas tiene mucho que ver con su capacidad a la hora de gestionar sus procesos y aumentar la productividad. Asimismo, las empresas más rezagadas a la hora de emprender una transformación digital y utilizarla como estrategia serán las que tengan menos opciones para competir en el mercado.
Las nuevas tecnologías como la robótica, cloud computing, la realidad virtual y aumentada, IA o la ciberseguridad son piezas fundamentales en el proceso de transformación digital de las empresas y, por lo tanto, son el camino para alcanzar los objetivos de la Industria 5.0, que ya se encuentra a la vuelta de la esquina. Sin las competencias digitales necesarias, difícilmente podrá seguir una empresa el ritmo de las demandas emergentes, ni solventar los retos futuros de cara a la demanda de sus clientes.