Aún no hemos llegado a alcanzar todos los beneficios de la Industria 4.0, pero los expertos ya están hablando de los beneficios de la Industria 5.0. De hecho, la Unión Europea está apostando firmemente por esta quinta revolución industrial debido a las ventajas que puede llegar a aportar a las empresas y a la economía, entre las que se destacan la reducción de costes, la búsqueda de empresas más competitivas y la atracción de talento. Pero, ¿en qué se diferencia de la Industria 4.0 y cuáles son sus características principales?
La revolución industrial comenzó a finales del siglo XVIII con el invento de la máquina de vapor. La producción en masa de finales del siglo XIX trajo consigo la segunda revolución industrial. Durante los años 70 y 80 del siglo XX vino la tercera revolución industrial junto con la electrónica de consumo y los inicios de la digitalización. Años más tarde, hemos sido testigos del nacimiento de la cuarta revolución industrial o Industria 4.0, basada en las nuevas tecnologías como la robótica, las tecnologías cognitivas, la Inteligencia Artificial o el Internet of Things, entre otras.
La industria 4.0 es clave para el desarrollo, ya que no solo afecta a los procesos de fabricación, sino que ha generado cambios importantes en todos los sectores, llegando incluso a generar un gran impacto en la sociedad. En las organizaciones, a través de las tecnologías propiciadas por la Industria 4.0 se ha conseguido aprender de los datos en tiempo real, convirtiendo las organizaciones más predictivas y eficientes. Además, también se han generado cambios en la manera de operar de las empresas y, por lo tanto, en todos los agentes de la empresa: proveedores, clientes, inversores, etc. Asimismo, la Industria 4.0 ha generado cambios también en los individuos, transformando la manera de trabajar e incluso las relaciones con los clientes.
Algunos expertos definen la Industria 5.0 como la simbiosis de las máquinas y personas. Es decir, se trata de desarrollar la Inteligencia Artificial con el fin de conseguir procesos similares a los que ejecuta el pensamiento humano y, así, mejorar la productividad y la eficiencia. Se pretende potenciar la transformación del sector industrial a través de la computación cognitiva y espacios inteligentes basados en IoT. Por ello, la Industria 5.0 se entiende como una evolución o una versión mejorada de la Industria 4.0, donde entran en escena más tecnologías y cada vez más avanzadas.
En la Industria 5.0 se pone el foco en el ser humano, ya que se apoyan en el talento humano para alcanzar el éxito de la organización: se enfatiza en la necesidad de interacción entre humanos y máquinas, se subraya la idea de que los intereses humanos deben ser el centro del proceso de producción y se hace una apuesta por crear entornos de trabajo seguros para los trabajadores, por lo que también se promueve la adaptación de las tecnologías a las necesidades de los trabajadores.
Las tecnologías innovadoras propias de la Industria 5.0 han hecho que se desarrollen productos personalizados. Asimismo, se busca ofrecer mejores experiencias al cliente a través de la personalización de productos, lo que ha traído la hiperpersonalización. Por otro lado, el respeto medioambiental es otro de los objetivos que persigue la Industria 5.0, ya que las organizaciones podrían desarrollar sistemas de producción más respetuosos con el medioambiente.
La industria constituye el 20% del PIB de la Unión Europea, por lo que se trata de una pieza clave dentro de la economía europea. Asimismo, la UE ha apostado por la Industria 5.0 para afrontar los retos actuales centrados en crear una industria más competitiva para atraer talento, reducir costes mediante una mejora en la eficiencia de los procesos, así como para atraer un impacto positivo en la sociedad.